viernes, 26 de marzo de 2010

EDITORIAL Nº64



España, Venezuela y ETA

Una vez más las relaciones entre Venezuela y España se ven en serios apuros. Esta vez el detonante fue un auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en el que dicho magistrado afirmaba que había indicios de cooperación entre el gobierno venezolano y la banda terrorista ETA.

La respuesta no se hizo esperar: el gobierno español exigió a Venezuela explicaciones formales. Horas más tarde Hugo Chávez respondía como de costumbre: descalificando a aquellos que no comparten su visión o que como en este caso le acusan.

Lejos de responder con pruebas, Chávez como es usual respondió con desbandadas y frases que, aunque populistas distan mucho de ser populares. El presidente aseguraba –como tiene acostumbrado- que todo era un nuevo intento de acabar con él, un intento orquestado por Estados Unidos y perpetrado desde España.

Ciertamente Chávez no será el presidente ejemplar que todos querrían en su país, pero sin embargo fue elegido por los ciudadanos y por tanto, al contrario de lo que él hace ha de ser respetado y aceptado por el resto del mundo. Lo que no se puede respetar ni aceptar son sus declaraciones hacia la justicia española, a la que Chávez se refiere como si fuera un organismo político y no como lo que es: –o al menos debería serlo- un órgano independiente del resto de la sociedad y por tanto objetivo.

Si el juez Eloy Velasco cita a Venezuela en un auto relacionado con ETA es que este mismo juez tiene indicios, que llevan a pensar que el gobierno de Chávez podría haber ayudado a la organización terrorista. Todo esto va en condicional y ha de ser así; por tanto hemos de tener en cuenta que, aunque hay indicios de ello, el juez Velasco no asegura que esto sea cierto y por tanto la conclusión que debemos sacar es que hay que ser prudentes.

Sin embargo, Chávez opina lo contrario y casi a diario vuelve a la carga: la última ofensiva fue asegurar que España perdería más de Venezuela de que las relaciones empeorasen. Esto no es sino un aviso al gobierno español y a la sociedad española; y en parte tiene razón: Repsol controla parte de los recursos petrolíferos del que es uno de los países más importantes en reservas de combustible fósil, sin embargo tras Repsol muchas son las empresas españolas que, como en el resto de América invierten a diario en esos países; ésa, la inversión es sin duda uno de los intereses que tiene Venezuela en conservar, pero no olvidemos que quien invierte es por que sabe que obtendrá mayores beneficios.

Los indicios son claros: Venezuela podría haber ayudado a ETA pero sin embargo y aunque la actuación de Chávez no ayude España y la sociedad española debe ser cauta: no nos conviene mover ficha hasta que no sepamos si es necesario y a eso es a lo que hemos de aguardar; a que se confirmen o no estos indicios. Entonces, solo entonces será el momento de las reacciones.
LE PUIG

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